Tú y
tus Relaciones…
¿Cuántas
veces te has conformado con relaciones que no son lo que tú verdaderamente
deseas, pero las excusas diciendo cosas como: “Por ahora esto es lo mejor” o “Este es un
trampolín hacia algo mejor”? ¿Te has descubierto diciendo alguna vez: “Me encantaría compartir mi vida
con una pareja amorosa, compasiva, tierna y cariñosa, pero… ” o “Este no es el trabajo en donde
puedo realmente expresar mis talentos y habilidades, pero…” seguido por todas
las razones por las cuales no puedes realizar tus sueños más grandiosos en este
momento?
Si estos o casos similares se han presentado en tu vida, hay grandes
posibilidades de que sean máscaras hábilmente creadas por ti mismo para
cuestionar tu capacidad.
Casi
universalmente, existe el sentimiento en nuestro interior de que no es seguro
hacer algo así, no es seguro confiar en los demás, en la sabiduría de nuestros
cuerpos o en la paz del mundo. Cada día vemos ejemplos de conductas que parecen
justificar e incluso perpetuar la sensación de que vivimos en un mundo
atemorizante y peligroso. Desde
el terror, los asesinatos y los asaltos que vemos en el mundo en general, hasta
las violaciones de confianza y las traiciones que experimentamos en nuestras
vidas personales.
Si,
a fin de cuentas, nuestro sentido de seguridad en el mundo debe provenir de la
seguridad que sentimos en nuestro interior. ¿Quién o qué experiencia nos enseñó
que nuestro mundo no es seguro y que no debemos confiar?
La
raíz de nuestras experiencias “negativas”
puede reducirse a uno de los tres miedos universales (o a una combinación
de ellos): abandono, baja autoestima o falta de confianza.
Si
deseamos que algo cambie, debemos romper el ciclo y
empezar a vernos de otra forma. Suena sencillo, ¿no es así?.
Puede ser engañosamente simple pero cambiar la forma en que nos vemos es quizá
la práctica más difícil con la que nos hemos enfrentado en nuestras
vidas. Debido a nuestras creencias internas, experimentamos en
nuestro mundo externo la gran batalla que se está librando en el interior de
todos los corazones y las mentes de cada persona que vive la lucha que define
lo que creemos que somos.
¿Hasta cuándo vas a seguir luchando para mantener tus
máscaras?
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